Los valores son los principios clave que rigen la existencia de cada ser humano. Los valores no solo están presentes en el estilo de vida, sino también lo están en la interpretación de la realidad, ya que cada ser humano lo hace desde su perspectiva subjetiva. En torno a esta reflexión sobre los valores uno puede incrementar el autoconocimiento, pues es un ejercicio de introspección y de convivencia con los demás.
En las adicciones hay ciertos valores como la responsabilidad, la humildad, el autocontrol, la empatía etc… que ayudan a afrontar de una forma más eficaz la problemática. En algunos casos, la persona no es capaz de identificar o llevar a la práctica ciertos valores que pueden guiar su proceso de maduración personal. Esta ausencia de valores puede provocar una carencia en su sentido existencial.
Dentro de éstos, uno a destacar es la honestidad, valor que puede ayudar de una forma muy significativa a la hora de abordar una adicción. A partir de aquí, la persona puede empezar a contactar con la realidad y a visualizar el proceso que ha de realizar para superar su problema, admitiéndolo puede encontrar una solución. Es decir, sin la honestidad no se puede dar la toma de consciencia de la enfermedad.
A nivel individual, permite que el paciente sea sincero consigo mismo y pueda reflejarse más allá del autoengaño. La honestidad con uno mismo permite ver las virtudes (puntos a potenciar), los defectos (puntos a mejorar), tendencias, carencias, objetivos a establecer en el proceso y a tomar decisiones personales.
Una vez que el paciente consigue ser honesto consigo mismo puede relacionarse de una manera más sana con su entorno. La honestidad permite discernir que personas le convienen o no en la vida. De esta manera, los vínculos que se establecen son auténticos y coherentes con la forma de ser. Por el contrario, todas las relaciones que se basan en el interés, la hipocresía, la necesidad de aprobación y el consumo desaparecen.
Otro aspecto a tener en cuenta es que el adicto, de forma inconsciente, tiende a relacionarse desde la manipulación y el engaño. Es la manera que ha aprendido para conseguir los medios para poder consumir, saltarse los límites y salirse con la suya. A partir de la honestidad puede cambiar su forma de relacionarse y así reparar poco a poco la confianza de las personas que han sido engañadas y manipuladas.
En definitiva, la honestidad es útil para conectar con uno mismo y con la realidad. De esta manera, la persona es capaz de verse tal como es y observar que aspectos ha de trabajar para poder lograr una existencia plena que le permita superar su adicción.